En ocasiones la denominación Diablo Cartesiano
ha sido utilizada equivocadamente o con una intención analógica.
En la cultura popular europea, durante el siglo XVII, son comunes los
cuentos, refranes o historias referentes a diablos guardados en
botellas. El ejemplo más popular con mayor repercusión social es El
Diablo Cojuelo (Vélez de Guevara, 1641). Sandonnini (1887) relata un
hecho referente a un diavolo in una ampolla y, posteriormente,
G.P. (Fondato da Giovan Pietro Vieusseux, 1887) se refiere al
aparato como Diavoletto cartesiano.
En los siglos posteriores a la descripción del Diablo Cartesiano por
Magiotti, se manifestaron opiniones respecto a que la máquina había sido
descubierta anteriormente. Como referencia más antigua y con una
denominación diferente, se encuentra la angibata de Vitruvio
(1552). Este autor utiliza esa palabra para describir una máquina
hidráulica. Perrault (1684) interpreta que Vitruvio se refiere a un
aparato descrito por Heron y que incluye petites figures que l´on
fait courir dans des vases de verre. Perault cree que el aparato es
el mismo descrito por Magiotti y Kircher. Este error es reproducido en
diversos libros y diccionarios (Baldo, 1612; Danetius, 1701, 1710;
Maufras, 1848). En un libro de Krafft (1738) sobre el que aparecen
textos manuscritos se refleja esta circunstancia.
Guericke (1672) inventa un barómetro al que denomina Semper vivum
o Perpetuum movile. Posteriormente Jouch (1735) lo denominará
como Diablo Cartesiano. Este autor hace lo mismo con el Experimento
Stutgardiano de Reiselio (1684).
Stocchetti (1705) representa un pequeño buzo macizo para
explicar y demostrar la existencia de presión hidrostática.
Baumer (1780) describe una esfera, roca o fósil, del tamaño de una nuez
de nogal, la cual, según dice, tiene representados en su periferia
Diablos Cartesianos.
También con posterioridad a la explicación de Magiotti, han surgido
otros aparatos que parecen diablillos pero que no lo son. Guyot (1800)
construye una figurita con una barra de hierro en su interior.
Introducida la imagen en una botella de vidrio o colocada encima de una
mesa, se mueve gracias a un sistema de imanes.
Parrot (1805) afirma que sus alumnos llaman Diablos Cartesianos a los
glomérulos de materia ascendentes y descendentes en las fermentaciones
del vino, rodeados de pequeñas burbujas de aire. Al no tener
representación del autor, se utiliza una de Descartes (1637), en la que
éste describe el funcionamiento de un aparato similar a la eolipila
de Herón y en la que se pone de manifiesto la formación de partículas de
gas.
LÁMINAS DE LA EXPOSICIÓN CON ESTE TIPO DE
DIABLO CARTESIANO
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