LOS PLAGUICIDAS.

Con la introducción de la agricultura, el hombre modificó el equilibrio ecológico en numerosas zonas. Muchas poblaciones en su ambiente originario están reguladas por la presencia de competidores o depredadores, en otro medio son capaces de aumentar en número considerablemente. En este proceso hay que buscar el origen de la mayoría de las plagas conocidas.

Para encontrar un nuevo equilibrio ecológico y luchar contra los animales y plantas perjudiciales se empezaron a utilizar, desde hace ya bastantes años, ciertos productos químicos cuyo número y eficacia no han cesado de aumentar.

Productos utilizados en agricultura

Una de las primeras sustancias químicas de carácter insecticida fue el sulfato de cobre, utilizado para combatir las plagas de la vid. Sin embargo, en las últimas décadas han sido descubiertos centenares de nuevos plaguicidas de mucha mayor eficacia.

El más conocido de todos ellos es sin duda el dicloro-difenil-tricloroetano o DDT,

Sintetizado y comercializado en la II guerra mundial para combatir el tifus exantemático y para erradicar el paludismo. Los insectos lo absorbieron a través de la cutícula y la muerte les sobreviene con rapidez.

Otros productos muy utilizados son ciertos derivados del arsénico, del flúor o bien de origen vegetal, como la nicotina y las poratrinas. Entre los plaguicidas de síntesis, además del DDT, ya citado, figuran:

El HCH (hexaclorociclohexano) y su isómero, el lindano, el DNOC (dinitroortocresol) y muchos otros. Desde un punto de vista cuantitativo, la utilización de estos productos ha ido en constante aumento. En la actualidad, la producción media anual se calcula en cerca del millón de toneladas métricas, cifra que se multiplicará en los próximos años.

Toxicidad. Hay que reconocer que los insecticidas han tenido en numerosos casos un efecto muy beneficioso para la humanidad, tanto en la agricultura como por haber permitido combatir eficazmente muchas enfermedades transmitidas por insectos, tales como el paludismo, responsable de la muerte de millones de seres en todo el mundo.

Sin embargo, la utilización desmesurada de plaguicidas ha tenido y tiene consecuencias muy negativas. Por una parte, su uso reduce algunas especies de insectos útiles y contribuye por ello a la aparición de nuevas especies de insectos que se han convertido además en resistentes a ciertos insecticidas, lo que induce a buscar nuevos productos de mayor selectividad.

En segundo lugar, figura el grave problema de la toxicidad de muchos plaguicidas utilizados en la agricultura, que, al ser arrastrados por las aguas, causan la muerte de los peces y de las aves, destruyen su alimento y contaminan la alimentación del hombre. Una de las catástrofes ecológicas más importantes, motivada por la utilización incontrolada de plaguicidas, fue la ocurrida en el coto de Doñana (Huelva) en el verano de 1974 y que produjo el envenenamiento de 40.000 aves de dicho parque nacional, una de las más importantes reservas biológicas de Europa.

El DDT, que es sin duda el producto más utilizado en agricultura, se puede detectar ya en el tejido adiposo de muchos animales. Su peligrosidad aumenta al ser muy resistente a la degradación química y bioquímica. Se calcula que un 25% del DDT producido en la actualidad es arrastrado al mar, lo que teniendo en cuenta la resistencia aludida puede tener fatales consecuencias para los organismos marinos. Los efectos del DDT en el hombre son muy discutidos. Algunos adversarios de la utilización de dicho producto le atribuyen propiedades cancerígenas o mutagénicas.

En cambio, otros autores consideran que dicho riesgo es muy reducido.

La relación dosis-respuesta figura en el cuadro adjunto.

Relación entre la dosis de DDT y la respuesta en el hombre

Dosis

mg/Kg/día)

Observaciones
16-286 Intoxicación (vómitos) en todos los individuos; convulsiones en otros.
10 Intoxicación moderada en ciertos individuos.
6 Intoxicación moderada en un cas.
0.5 Tolerada por voluntarios durante 21 meses.
0.5 Tolerada por trabajadores durante seis años y medio.
0.25 Tolerada por trabajadores durante 19 años.

Los datos proporcionados en esta página pertenecen a una edición de 1973. Se muestran como simple información.